Pavana a la muerte de la razón

 
Autores:  Santiago Alcázar.
 

Durante dos años, la pandemia del Covid-19 ha sido familiar para todas las agendas, política, social, ambiental, comercial, económica y, por supuesto, de salud. En foros multilaterales y regionales, observó las distancias, se puso la mascarilla y se puso cómodo, como quien está en su casa. En las relaciones bilaterales se mezclaba con notas, manchas de café y alcohol en gel. Torrencialmente, los medios inundaron las noticias con estadísticas, mapas, opiniones y comentarios de las máximas autoridades. En las conversaciones diarias, era inevitable. Todos tenían algo que decir y algunos, con el tiempo, incluso se convirtieron en expertos, aunque no tuvieran especialización alguna. Otros, más modestos, se contentaban con ser portavoces, a veces de oscuros brujos. La Covid-19 era como el pan nuestro de cada día, pero con el signo al revés.